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Archive for November, 2008

Secuelas increíbles: Os carrinhos 4 (1)


¿Es posible que aun haya quien no conozca Video Brinquedo, la compañía brasileña de dibujos animados a la que Hollywood plagia una, y otra, y otra vez? La cosa empezó con Ratatoing, película de un nivel de calidad sorprendente (¡Salían ratas con bigote! ¡Y extraños bailes propios de una película de arte y ensayo!) que Pixar plagió en su muy inferior Ratatouille, y siguió con Robozinhos, que Pixar –de nuevo esos bastardos- intentó emular en su patética Wall-E. Los plagios se han ido continuando a lo largo de los años sin que nadie pudiera hacer nada: The little panda fighter, Gladiformers, Abelhinhas… Por suerte, un día Video Brinquedo pegó un golpetazo en la mesa (premio a quien se haya imaginado a una cinta de video con manitas pegando golpes) y decidió hacer la película definitiva. Esa que ningún estudio podría copiar: Os carrinhos, la memorable historia de un coche con ojos que vive en una ciudad de coches con ojos y compite en carreras de Fórmula 1. Era literalmente imposible que NADIE copiara algo así. Era la oportunidad de Video Brinquedo para lucirse. Pero la malvada Disney copió vilmente de nuevo, y dejó Os carrinhos como una fabulosa obra de arte y ensayo para unos pocos. Por si fuera poco, poco después de sacar Os carrinhos 2, Disney anunció la segunda parte de su Cars. ¿Coincidencia? Yo no lo creo. Video Brinquedo es una compañía valiente, con más de quinientos animadores a su servicio (quinientos, dos, lo mismo da), y se nota en la calidad final de las películas. Lo que hoy les vamos a presentar es un testimonio de la historia viva de la animación reciente. Con todos ustedes, la cuarta parte de Os carrinhos. Espero que hayan traído las bolsas de vomitar, porque la sensación de rapidez es tan espectacular como en las tres primeras.

En el mundo de Os carrinhos, como todos sabemos, los autógrafos aparecen y desaparecen por arte de magia. Es decir, el coche azul (que tiene pinta de ser el nerd de la clase, ese al que todos rompían el retrovisor en el recreo) pide un autógrafo a Relámpago McKing (o como se llame), éste aparece de pronto en un lateral, el nerd se alegra y se marcha, sin que se sepa si el autógrafo lo ha cogido, se lo ha comido, se lo ha llevado el viento o, simplemente, ha desaparecido por culpa de un animador más vago de lo normal. A destacar ese Mate 2 moviendo la boca cual drogadicto sin su dosis, la música a lo Pulp fiction (mátenme, fans de Tarantino, pero si el muchacho usara esta tonadilla en Inglourious bastards, se les haría el culo Pepsicola con ella) tapando a los personajes y, por supuesto, el hecho de que este primer segmento se llame Gasolina GENIAL!. Sólo una demostración más de que Os carrinhos son la bomba.

Mate 2 intenta charlar con Relámpago, pero son interrumpidos continuamente por los personajes ya queridos por todos en la saga de Os carrinhos: La novia pija, el jefe cabreado con un ojo más grande que el otro… Al final, Mate 2 se deprime y se marcha sólo en un plano fabuloso. Uy, sí. En estas que llega su novia (porque tiene novia, una furgoneta hippie periodista de esas que tiene pinta de haber sido usada para consumir alucinógenos) y empiezan a hablar. Ella deja a Mate 2 sólo, que se dedica a andar por una carretera en linea recta durante minuto y pico mientras anda sólo. Es posible que si tienes una sobredosis de heroína no te des cuenta de que tu vida no es la que quisiste vivir cuando eras más joven, pero si te descubres intentando descubrir qué demonios dice una furgoneta parlanchina que anda por la carretera más aburrida del mundo en la cuarta parte de una película de dibujos animados brasileña, tienes bastante certeza de ello. En fin, todos se ponen a hablar de lo mal que ven a Mate 2 últimamente, y este, mientras, encuentra una gasolinera. Bueno, llámalo gasolinera o “sitio realizado con cuatro lineas que se asemeja a una gasolinera porque lo dice el personaje principal”

Premio especial a quien me diga qué DEMONIOS ha ocurrido en esta escena. O sea, por lo que he entendido, llega Mate 2, habla sólo sobre si debe robar gasolina o no y, de pronto, sale humo y un efecto especial la mar de cutre y, alehop, un ángel-furgoneta le dice cosas que nadie que no sepa portugués va a entender. Supongo que serán cosas en plan “no bebas de esta gasolinera, que es ilegal y está feo” y no “Los brasileños debemos ser los amos del mundo y masacrar a los europeos”, pero quién sabe. A destacar el plano cenital en el que se han ahorrado animación, el humo (durante un momento he pensado que Mate 2 estaba empezando a fumar o algo así. Es lo que tiene un plano tan absurdamente mal hecho como ese) y el ángel, quizá el mejor diseño de los cuatro Os carrinhos. Lo cual no es mucho decir, la verdad.

Enseguida el ángel dice que no, que no es un ángel sino un genio encerrado en la gasolinera (espera, ¿qué?), y que Mate 2 tiene derecho a tres deseos. ¡Oh, guau! ¡Qué argumento tan poco manido! ¡Nunca podríamos haber esperado algo así! ¡Impresionante! ¿Qué pedirá nuestra furgoneta favorita? ¿Acaso una animación más fluida? ¿Un cameo en Cars 2? ¿Algo de carisma? ¿Juntar tubos de escape con la hippie? Pues no: Su primer deseo es ser más famoso que cualquier otro coche que jamás haya existido. Que no es por nada, pero vaya mierda de deseo teniendo la posibilidad de tener dinero ilimitado, cochas a tutiplén y la vida eterna. Pero en fin, tampoco vamos a pedirle mucho más a Mate 2. Así, lo consigue. Y, viendo los resultados, casi mejor que no lo hubiera conseguido.

Necesito conocer al tipo que puso con Powerpoint esas marcas de besos por encima de la carrocería de Mate 2. Y matarle, ya de paso. Por otro lado, el coche-genio dando vueltas es hasta decente. Vamos, que se gastaron todo el presupuesto de la peli en hacer que diera vueltas y no les quedó para que la gasolinera pareciera una gasolinera. En fin, mientras tanto, Relámpago, su novia y la novia de Mate 2 (a partir de ahora, Mata) andan como locos buscándole, y han decidido poner en alerta a todo el pueblo. ¿Paciencia? ¿Teléfonos móviles? Eso es para los débiles de espíritu. Pronto, Mate 2 comprende que eso de ser famoso no es tan bueno como creía porque no tiene tiempo para estar con sus amigos. Y, ya de paso, de la nada salen dos coches guardaespaldas que le escoltan. Todo esto sin salir de la gasolinera, ojo.

Así que su segundo deseo es que todo vuelva a la normalidad. Los coches guardapespaldas pierden su trabajo, los besos de la carrocería desaparecen, el coche-genio vuelve a pegar vueltas de manera frenética y ale hop. Dos deseos desperdiciados, pero oye, por lo menos ha comprendido el valor de la amistad y esas cosas. Así, Mate 2 no quiere otro deseo y va a dejar en la estacada al genio hasta que se da cuenta de que, oh sorpresa, no tiene gasolina. Mmh, atemos cabos. El corto se llamaba Gasolina genial. Y le falta gasolina. Y un deseo. Me pregunto qué irá a ocurrir ahora. ¿Sí? ¿Creeis que lo sabéis? Pues quizá os lleveis una gran sorpresa (uy, sí, enorme. Esta noche no dormís del shock)

¡Era todo un sueño! ¡Jo, qué sorpresón! ¡Cómo nos lo han ocultado de bien los guionistas! ¿Qué? ¿Que lo del sueño es la típica tontería que los mediocres se sacan de la manga para justificar patochadas como esta? Qué va, hombre, qué va. Envidia vuestra porque no habéis adivinado que Mate 2 estaba durmiendo en vez de conversando con el genio. En fin, de la nada (como el autógrafo, como los guardaespaldas) aparece una lata de gasolina, Mate 2 se supone que se la toma (dios sabe cómo) y se marchan todos a casa.

Para la semana que viene, los otros tres cortos que componen esta fabulosa película, Kombo esquecido (Mate 2 escocido), O Ferro Vello (El hierro bello) y O presente para Tony (Un regalo para Relámpago). Sí, soy un genio de la traducción. Allí nos vemos. Mañana, sembramos polémica con el tema de la piratería.


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Lobezno 2: La secuela de un spin off


Prepárense, porque en un par de años la moda de las spin-off va a arrasar los cines del mundo entero. Para quien no lo sepa, un spin-off es la historia de un personaje que en una película o serie era secundario y aquí, de pronto, es el principal. Como Aída o, yéndonos a la buena televisión, Frasier. Pero a nadie le importaron lo más mínimo los spin-off hasta que, de pronto, a un directivo de 20th century Fox se le ocurrió coger al personaje más exitoso, guaperas y cansino de X-men, Lobezno (¿Han ido a su tienda de cómics ultimamente? El maldito aparece en todas y cada una de las colecciones Marvel, aunque sólo sea para saludar. Es como Spiderman pero con puro y garras), merecía tener su película en solitario. Y después, Magneto.

La cosa es que después de un par de años donde todos nos tomamos a chufla la ocurrencia, resulta que ya empiezan a trascender datos de importancia. Y qué decirles: Lobezno reunirá a más personajes de los X-men… ¡que la propia X-men! Desde Gámbito a Dientes de sable, pasando por Muertopiscinas o Cíclope, la mitad del Universo Marvel irá a ayudar a Lobezno a ganar más dinero que la franquicia mutante (lo que, en un principio, no debería ser difícil: Lobezno tiene muchísimo más carisma que Tormenta, Coloso y el resto de la sosa formación de las pelis). Sobre la historia en sí (y, aunque no lo creáis, esta es la noticia), aun se sabe poco. De lo que sí se sabe algo es de la… ¡segunda parte! Estos de Hollywood son la pera limonera. Y es que Hugh Jackman dio algunos toques en la MTV (ya sabéis, el canal donde ponen videos musicales aburridos mezclados con programas de telerealidad en el que hijas escogen novio para sus madres y viceversa) el otro día sobre lo que le gustaría hacer en una segunda parte. Que, por cierto, es algo que también me gustaría hacer a mi. Y no, no es ese tipo de cosas, guarretes.

Hugh dejó caer que en Lobezno 2 (ante la manía actual de poner doses para las secuelas se llamará Lobezno: Salvación o Lobezno: Muerte súbita, para parecer todo lo contrario a una secuela, a pesar de que todos la vayamos a llamar Lobezno 2), el personaje se irá a Japón, obviamente basado en la obra maestra que en 1982 hicieron Claremont y Miller. O eso le gustaría a Hugh por lo menos. Ya está. Esa es la noticia. Ah, sí. Además, Jackman dijo oficialmente que el trailer de Lobezno se podría ver el 12 de diciembre con Ultimatum a la tierra, la nueva pavisosada de Keanu Reeves.

Sabes que es sábado cuando ésta es la mayor noticia del día.

Ah, sí, y ha trascendido la primera imagen de Gámbito. ¿No son apasionantes los sábados, amigos?


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De pingüinos y vikingos: ¡Estrenos de la semana!


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¿Qué tienen en común un león parlanchín, una saga venida a menos y unos vikingos? Sí, vale, que mezclar vikingos y leones parlanchines sólo puede ser obra de una saga venida a menos, ¡¡pero también que forman parte de los estrenos de esta semana!! ¡Los habrán visto en más sitios, pero ninguno se ha pasado King kong DS!

MADAGASCAR 2

Aun ahora, cuando alguien me dice que se rió hasta la muerte con X escena de Madagascar, me quedo mirándole con cara de cenutrio. Más que nada porque sé que vi esa primera parte porque tengo la entrada y porque recuerdo unos pingüinos bailando. El resto ha desaparecido de mi memoria como las lágrimas en la lluvia, y con razón. Este año, tras un bagaje excelente en cuanto a producciones animadas (sólo Wall E ya se come con patatas al resto de películas, animadas o no, de 2008), llega a nuestras pantallas la necesaria, vital y –uy, sí- muy sorprendente Madagascar 2, una de esas películas en cuyo trailer nos cuentan todos los chistes (ja, ja, es un hipopótamo cantando “Le gusta marcha, marcha”. Que alguien me pegue un tiro, por favor) y que tiene tanto interés como tirar una pelota a una pared durante horas. O sea, algo que vas a olvidar medio minuto después de ver.

Por si todavía hay alguien que quiere saber cómo continúan las aventuras de Alex, Marty, Merman y Gloria (lo he leído en la Wikipedia, no crean que lo recuerdo), les diré que se marchan en un aeroplano (¿esto no pasaba ya en la primera parte?) estropeado y caen en la selva de Africa, donde se lo pasan en grande con sus nuevos amigos, aunque siguen echando de menos su zoo original en Central Park. Toda una excusa para realizar Madagascar 3. Ya no es sólo que el título Madagascar no tenga ningún sentido si se desarrolla en Africa, ni que los personajes tengan el carisma de una ameba, ni que sepamos perfectamente que es una película-hamburguesa (ya saben: Se disfruta mientras se come, pero no te preguntes qué es lo que acabas de comer ni a que sabía, porque no te acordarás): Es que Madagascar 2 tiene toda la pinta de ser una tomadura de pelo para fans de la primera parte, incluyendo repetición de chistes (lo que ellos llamarán “guiños”), los mismos modelados que no pegan nada con la historia y un par de chistes de pedos para que los niños se rían con el buen humor británico. Les espero el año que viene en la tercera parte.

Qué risa, son animales y hablan

OUTLANDER

Los productores de El señor de los anillos (que tampoco es decir mucho, vaya. Ni que no hayan producido mierdacas del tamaño de Connecticut) nos traen ahora Outlander, una atractiva especie de mezcla entre Depredador, Braveheart y Beowulf (sí, alguna mala tenía que haber en el tándem) que trata, básicamente, de la historia de un extraterrestre gigante que lucha contra los vikingos. Pero mejor contado, claro, en una historia que trata la vida de varias generaciones vikingas, con traiciones, venganzas y, en fin, aliens contra vikingos. Dirigida por el guionista de Underworld 3 y Conan (¡Paren las máquinas! ¡Este tipo es el nuevo Spielberg!) y protagonizada por el actor de nombre impronunciable al que todos conocemos como Jesucristo (el de La pasión de Cristo, claro), por Hellboy y por John Hurt, Outlander nos ofrece filigranas visuales mezcladas con una historia que, aunque no lo parezca, se sostiene bastante bien sobre sí misma. Vamos, que si hubiera que recomendar una película esta semana no me lo pensaría dos veces (entre pingüinos y parodias malas, tampoco es que la cosa esté demasiado reñida): Outlander es lo mejor que se puede ver este fin de semana en cines (de entre las pelis grandes, claro)… a no ser que recuperéis a 007 de la semana pasada.

SUPERHERO MOVIE

No hace ni un mes que Disaster movie hizo pensar a miles de personas “¿Por qué me sigo gastando el dinero en películas acabadas en “movie”?”. La dolorosa respuesta llega ahora, con el nombre de Superhero movie. Una nueva prueba de fuego para todas las personas con el pulso de hierro que consiguieron sobrevivir a mortales bodrios como Epic movie, Date movie, Scary movie 4 o Casi 300. Sorprendentemente, quizá los que hayan aguantado el tour de force de las parodias horrorosas de los últimos años, quizá ahora se sientan recompensados. Y es que Superhero movie, por lo que se dice, no es, ni mucho menos, tan mala como las anteriores movies. Es más, incluso tiene una trama decente en la que los gags no están metidos con calzador (y, según dicen los sabios del lugar, algún chiste tiene hasta gracia). Quizá tenga algo que ver con que su director, Craig Mazin, ha realizado este guión en solitario, al contrario que lo que ocurrió en Scary movie 4 y posteriores, cuyo guión era realizado por seis amiguetes a la vez en una amalgama de chistes malos, drogas no autorizadas e intentos por meter cien parodias en una película de noventa minutos, por mucho que terminen por no tener sentido alguno. Por si a alguien le interesa el argumento, sigue a Rick Riker, que tiene superpoderes y no sabe cómo utilizarlos. Tampoco creo que os esperarais a Clint Eastwood por aquí, vaya. Lo dicho. Superhero movie quizá no sea tan horrorosa después de todo. Eh, he dicho quizá. No me miren así, que da miedo.

No creais que el poster de Los vengadores será muy diferente

OTROS ESTRENOS

FORASTEROS: Ventura Pons, uno de mis directores españoles favoritos, estrena nueva película. Por lo que dicen, bastante “menor” comparado con su trabajo en obras como Morir (o no), Amigo/Amado o Caricias, pero película al fin y al cabo. El film, que cuenta con actores catalanes del nivel de Joan Pera (famoso por sus intervenciones en la telenovela El cor de la ciutat) o Manel Barceló (también de El cor de la ciutat y películas como Salvador), cuenta la historia de una familia que, con cuarenta años de diferencia, sufre dos pérdidas irreparables a la vez que unos nuevos vecinos llegan al pueblo donde viven. Sentimientos a flor de piel, preguntas sin respuesta y un guión que callará la boca a los tipejos de “El cine español son sólo tetas y guerra civil” en Forasteros.

LA OLA: Ni idea tenía de este film, oigan, hasta que lo he visto anunciado como una de las películas de la semana. Y aún diría más: Como una de las grandes sorpresas de la semana. Sí, es una película alemana situada en la época nazi. Sí, es un dramón. Sí, a priori suena a algo que hemos visto cien veces antes. Y, sin embargo, es leer el argumento y enamorarse a primera vista. Ron Jones, un profesor de California, se pregunta cómo es posible que el pueblo alemán se calle mientras el pueblo judío es masacrado. Por ello, hace un ejercicio de disciplina con sus alumnos, instaurando un régimen extremo, sin libertades ni nada parecido. Los alumnos, en vez de rebelarse, pronto se entusiasman con el asunto y se espían unos a otros, acosando a aquellos que no querían integrarse en el grupo. Vamos, no me digan que no les suena bien. Esto tendría que ser número 1 de taquilla, y no la sosibobada de los pingüinos habladores.

LA MUJER RUBIA: Thriller que hemos visto cuarenta mil ochocientas treinta veces antes, y veremos otras tantas después. Co-producción argentino-franco-italo-española (¿Qué no presagia nada nuevo? Por supuesto que no), la película trata de una mujer rubia (¡Bravo! ¡Qué descriptivo es el título!) que atropella a algo o alguien pero sigue adelante ignorándolo. En los días siguientes, se descubre el cadáver de un adolescente donde ella pasó con el coche, y las dudas la atormentan. Wow. Póngame veinte McArgumentos de estos con un par de Patatas grandes. Y, encima, lo estoy viendo, estará mal contado. Hala, mujer rubia, prepárate a ser ignorada en taquilla. Y con razón.

La semana que viene, el revienta-taquillas Crepúsculo y la cinta de dibujos animados masacrada por Disney Bolt, además de futuras obras maestras como Superfumados o Olentzero y la hora de los regalos. Uauh, no puedo esperar.

¡Felicidades! Si no ha chillado usted como una loca, no es una adolescente de quince años


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Videojuegos inolvidables: King kong DS


Si hoy en día Merian C. Cooper quisiera vender la historia de un gorila gigante que se enamora de una mujer, probablemente tendría que contarla en formato telefilme en Antena 3 a eso de las tres y media de la tarde. Amor prohibido, se llamaría. Por suerte para todos, Cooper nació en 1893 y no sólo pudo vender su historia sin demasiados problemas (si hoy aceptaran echarla en el cine, les apuesto cien euros a que sería una desternillante comedia titulada Amor de mono o ¡Qué mono es mi novio!, con Adam Sandler como Kong), sino que realizó una cuasi-obra maestra atemporal, que ha ido perdiendo fuelle con cada remake. Si ya en 1976 el bodrio protagonizado por Jessica Lange le causó heridas de mortal gravedad al personaje, la versión de Peter Jackson (el otrora director de cine cutre gordete y simpático) le mató del todo y le enterró vestido, para más recochineo, de faralae. No creo que Cooper tuviera en mente un Kong bailando sobre hielo cuando imaginó su historia original. Por suerte, los productores de videojuegos están ahí para hacer justicia. Es así como nació King kong para la Nintendo DS, un juego que recupera el espíritu comprometido de la película original sin escatimar en diversión. Sí, vale, no habrá historia de amor ni rascacielos ni aviones en el Empire State. Ni falta que hace. Y es que Cooper quizá no pensara en gorilas patinando, pero sí en cangrejos gigantes y en lanzas que se regeneran sólas. Esa es la esencia de la historia y es por ello que Peter Jackson’s King kong DS (así, todo junto) es el juego definitivo de King kong. Tan interesante y abrumador que no hace falta ni que salga el propio mono dentro del juego. De hecho, no hace falta ni que haya una historia. Adentraos conmigo en el fabuloso mundo de los juegos para portátiles de películas ya de por sí horrorosas. ¿No oléis ya el olor a trabajo de becario mal remunerado?

Kong intenta avisarte: O te alejas o te muerdo

Nada más iniciar nuestra consola, escuchamos un ruido hecho por sintetizador que atruena nuestros oídos. Por suerte, antes de ir a la tienda a tirarle el producto a la cara al pobre vendedor de videojuegos, nos percatamos de algo: Ese ruido artificial es la maldita música original. Oh, dios. Bien empezamos. La música, por supuesto, por eso de intentar hacerla épica (todo lo épica que uno se espera de King kong para Nintendo DS, claro), incluye coros sacados del Casiotone del primo del compositor original y tambores, que dan mucha emoción al asunto (además de romper un par de tímpanos por el camino).

En fin, elegimos nuestro nombre (de tan sólo tres letras. Felicidades, Anas y Peps del mundo entero. Godofredo, lo sentimos, este no es tu juego) y comienza la trepidante partida. Uauh, King kong. Seguro que las cinemáticas son espectaculares, con el gorila destruyendo el bosque y mostrándonos un poderío 3D a la altura de lo mejor para DS… o, bueno, pueden ser imágenes estáticas dibujadas por el becario del ayudante de Peter Jackson en los ratos libres acompañadas, en la pantalla de abajo, por innecesarias frases que te resumen la primera hora de película. Ya sabéis, la que era buena. Buuuh, caracterización de personajes y motivaciones. ¿Quién quiere algo así teniendo caras pixeladas de Adrien Brody y Jack Black diciendo diálogos adaptados –por si los originales no fueran ya suficientemente malos-? Total, que en medio minuto se cepillan una hora de película y pasamos pronto a lo interesante. Esa parte de la película que todo el mundo recuerda en la que, por lo visto, Brody se caía sólo en la isla y caminaba sin rumbo fijo.

El mejor disparo de la historia

¿Ah, que no la recordáis? Caray, quizá sea porque jamás existió. La cosa es que empiezas a andar y la pantalla de abajo, totalmente inútil, te dice “Puedes moverte con los botones de dirección (¿en serio? Guau, como avanza la ciencia) y con A, B, X e Y”. Espera. Espera un momento. ¿Tengo botones de acción y los voy a usar para CAMINAR? ¿Tanto les costaba poner el botón A para correr, el B para saltar y los otros dos para coger cosas? ¿Es realmente necesario usar dos malditas crucetas para CAMINAR? “Oh, sí, podemos hacer que el personaje tenga múltiples e interesantes acciones para que el juego no sea monótono. Claro, que también puede CAMINAR”. Oh, por favor. Por si fuera poco, entre el shock de la doble cruceta andadora, la espectacular banda sonora (formada ahora por sonidos de gaviotas y el mar de fondo, así, como para que no nos durmamos) y un modelado 3D que deja en bragas a los que se hacían en 1989 (no entremos en los 90 ya o King kong podría quedar muy dañado), nos perdemos nada más empezar. Y por más que queramos movernos aquí o allá, es imposible gracias a unas paredes mágicas que impiden que nos sigamos nuestro camino. O sea, podemos caminar hacia el mar, pero dos hierbajos que podríamos arrancar sin problemas nos impiden el paso y hacen que nos sintamos ridículos e impotentes ante la falta de opciones del juego. Oh, nuestra fobia a los hierbajos, trama vital en la película. Por si no tuviéramos poco con que las montañas donde estamos sean todas iguales, encima es imposible encontrar un mapa, una orientación o algo que justifique tener dos crucetas para caminar. Al final, de pura casualidad, encuentras unas escaleras (las famosas escaleras perfectamente construídas en la isla inexplorada de los monstruos irracionales) y subes por ellas.

Allí, Jack Black (o suponemos que es él el tipo de la imagen estática), muy majo él, nos manda a una cueva con Naomi Watts a dios sabe qué (“Ah, una cueva, meteros dentro”-“P…pero si puede haber miles de monstruos horribles y…”-“Que no, que no, hombre. ¿No os fiais de mí? ¿De Jack Black? ¿Del tío de School of rock?”-“Ah, es imposible decirle que no a este zagal”). Dentro de la cueva, nos encontramos, como ya nos anunciaron, con Naomi Watts. Bueno, o con su zombie poligonal revivido para la ocasión. No es ya que no se parezcan: Es que espero que no pagaran derechos de imagen a Watts. Obviamente, se han inventado su cara desde cero, creando un infraser pixelado hasta el último de sus bits cuyo pelo va y viene, según cómo la mires. No son listos ni nada los diseñadores. Total, que cogemos una lanza estratégicamente colocada por un desconocido (habrá una por cada enemigo que nos encontremos por el camino. Ignoro quién las ha puesto ahí, pero debe ser un majete. Ya puestos, podía haber colocado ametralladoras, pero tampoco vamos a quejarnos), abrimos una puerta con el peor sistema existente para abrir puertas y empieza la acción. ¡Un cangrejo te ataca! Sí, un cangrejo. Estamos en el juego de King kong y lo que te atacan son CANGREJOS. No sé si es que el diseñador de personajes tenía el día libre o es que lo echaron a suertes, pero tu primer enemigo a batir es una maldita horda de cangrejos (les tiras la lanza y mueren ipso-facto, tires a donde tires la lanza. Si la tiras a veinte metros de distancia, el cangrejo en cuestión morirá de todas formas. No se puede decir que nos den mucho respeto, la verdad) cubiertos por la niebla.

Naomi Watts es intercambiable entre King kong DS y Resident evil 5

Esa es otra, la niebla del juego que hace imposible ver a) Por dónde andas, b) Con quién te enfrentas y c) La capacidad cerebral del ejecutivo de Ubisoft que decidió que poner niebla ayudaría a emular el miedo que nos dio la película (la pena es que nadie le dijo que el único miedo que nos llegó a causar el filme fue el de pensar cuánto iba a costar olvidarnos de King kong bailando sobre hielo). Naomi Watts, mientras tanto, camina por la niebla sin problemas, quedándose quieta como diciendo “Venga, cangrejos, si hay huevos venid, venga”. Tampoco le iba a pasar nada, básicamente porque nuestro personaje no tiene barra de vida. Sí, sabemos que es posible que muera porque nos lo dicen en la pantalla de abajo, pero lo mismo necesita veinte golpes cangrejiles antes de sentir algo. Total, que después de acabar con tres cangrejos (o lo que demonios sea esa cosa negra entre la niebla), te encuentras una caja con una pistola encima de ella. Es posible que la película no me apasionara, pero al menos el protagonista no se encontraba una pistola abandonada encima de una caja en la isla inhabitada e inhabitable. En fin. La pistola no vale nada ni la usamos en ningún momento. ¿Para qué, teniendo lanzas? Un lanzazo mata a cualquier cangrejo, pero necesitas ocho disparos para que el cangrejo de turno caiga panza arriba. Algo falla.

Bien, ha llegado el momento. Tras esquivar a veinte cangrejos con malas intenciones, llega el momento de enfrentarse al Cangrejo Final, que tan impactante fue en la película. ¿Qué? ¿Que no había un cangrejo gigante al que Jack se enfrentaba con una metralleta salida de dios sabe dónde? ¡Imposible! ¡Parece tan real! No tiene ojos y apenas se sabe algo más de él porque está oculto entre la niebla que está en el fondo de la cueva, pero ¡es un cangrejo! ¡Sin duda! En fin, después de acabar con él (es posible que tardes veinte o treinta intentos: Por lo visto, una lanza mata a un cangrejo, pero una ametralladora con cincuenta tiros en la tripa no es suficiente. Toda la lógica del mundo, oigan) el juego prosigue, pero para qué contarles. Coges pistolas, pegas tiros a más cangrejos y a un par de dinosaurios que estaban por ahí y, como para justificar el título del juego, King Kong aparece y pelea contra un par de dinosaurios (sin duda, lo más divertido de todo el juego). Y ya está. Ni Kong en la ciudad, ni enamoramiento con la protagonista, ni Jack Black haciendo nada en todo el juego… Eres tú, una pistola y cangrejos. Cómo una película de tres horas terminó derivando en esto es algo que sólo puede ser explicado por Iker Jiménez.

Así aprenderá este maldito cangrejo. A base de píxeles y píxeles.

Mañana, los estrenos de la semana.


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Eddie Murphy, que es negro y hace risa, en…


Lo mejor de Hollywood es que es tan previsible que podría haceros desde ya un mapa de los estrenos de 2010 y no fallar ni una entre secuelas de Saw, chorradas sacadas de la franquicia Star wars (y antes de que los puritanos se lleven las manos a la cabeza, sólo diré dos palabras: Clone wars) y secuelas de horribles películas de dibujos animados (como la totalmente necesaria Madagascar 3 o la, sin duda, vital Shrek 7: Pinocho’s secret).

Pero, muy de vez en cuando, el férreo sistema Hollywoodiense deja paso a nuevos talentos, a nuevas maneras de expresarse, a nuevas historias independientes que triunfarán en los años siguientes y tendrán un hueco en los corazones de la gente de bien. Esta no es una de esas veces, y es por eso por lo que estoy hablando de, ni más ni menos, El profesor chiflado 3. Sí, amigos. Por fin sabremos más sobre esa desternillante familia, los Klumps -¡oh, dios mío, el detector de sarcasmos está a punto de explotar!-  gracias a Universal, que ha pensado en revivir la saga a pesar de que la segunda parte (esa que nadie fue a ver y que nadie recuerda que se estrenó) recaudará 108 millones de dólares menos que la original. Que puede parecer poco pero es un dinero que para mi lo quisiera. Pese a todo, tranquilos. Aun puede que algo vaya mal y se den cuenta de que Eddie Murphy es un actor acabado, el proyecto se suspenda y el dinero se done a algo más interesante, como la investigación sobre la reproducción del langostino macho.

Dos Eddie Murphys en una película, doble fracaso. Imaginad toda una familia de Eddie Murphys ahora.

Pero visto lo visto, lo normal sería no contar con ello. Más que nada porque, en el horizonte, junto a este Profesor Chiflado 3, ya se atisban obras de gran talento como XxX 3, que en un principio será guionizada por los mismos tipos que han hecho Terminator: Salvation, Sexo en Nueva York 2, con una Sarah Jessica Parker que volverá a aprovechar sus millones de beneficios para invertirlos en sacrosanto botox o Superagente 86 II, que, por lo visto, tratará de liarnos con los números tanto como pueda.

Lo dicho: La originalidad nos abruma, señores.


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¡Ocupen su localidad!


Hola, viajero del tiempo. Ven, toma asiento. No, hombre, en esa silla no, ponte mejor en la de IKEA, que está nuevecita. ¿Estás preparado? ¿Qué puedo ofrecerte para que te quedes aquí? Tenemos un menú ex-clu-si-vísimo para ti. Y además cambia todos los días. Para que tú, seas o no cinéfilo, encuentres algo que te guste.

Los lunes, el cine clásico se abrirá paso ofreciéndote suculentos platos de gourmet. Te recomendaremos obras maestras, películas sobrevaloradas e infravaloradas y, por supuesto, os contaremos todo lo que hay que saber para poder hablar con propiedad de la película de turno. Admira la mezcla de sabores, el inconfundible aroma a éxito. Se me hace la boca agua, oigan.

Los martes, una lista con las cosas más variadas de la industria del cine hará las veces de menú degustación. Un poquito de todo y para todos. Mezclando el cine de robots gigantes con los actores con la cara más inexpresiva, los martes es el día de la sorpresa, la duda y la emoción. Y la controversia.

Los miércoles, lo más nuevo, lo recién estrenado, la nouvelle cuisine. Recién salido de la sartén para ti, con lo que ello significa. Puede salir desde una chuleta con patatas inolvidable hasta un plato en el que se mezclen mejillones en lata, pescado congelado (aún congelado) y paté de pato. Todas las semanas, un estreno (o preestreno, suponiendo que todo vaya bien). Con sus estrellitas y todo, que al final es lo que le termina gustando a la muchachada.

En la película original no había poemas sobre croquetas. Esto es sustancialmente mejor.

Los jueves, los universos expandidos. Hablaremos de los tenedores, los cuchillos, las servilletas y lo que rodea al menú principal. Videojuegos de King kong, libros de High school musical, merchandising que nunca debió salir a la luz… Las cosas más impactantes y que quizá nunca hubierais querido conocer, las encontraréis aquí. Es mejor de lo que creeis. O, por lo menos, curioso.

Los viernes, estrenos de la semana. Una amplia oferta de comida al alcance de todos para pasar un fin de semana entre carne y pescado. Nosotros os ayudaremos a seleccionar lo mejor del menú de fin de semana. Que no es fácil.

Los sábados son días de fiesta, así que os lo pondremos sencillo. Igual que la berenjena con apio también forma parte de la cocina, los horrores de nuestra galería del horror también forman parte del cine. Clones brasileños de Bee movie, robots de papel albal, películas para adolescentes emitidas por Disney Channel… ¿Quién dijo que el horror no conocía límites?

Y finalmente, llegamos a los domingos, el día en que puede pasar cualquier cosa. Todos los comercios cierran, los restaurantes se forran y en Cine Online os traemos lo que buenamente nos de la gana. Desde lo más nuevo en series de televisión hasta un artículo de opinión sobre lo mal que va Stallone últimamente. Llámalo macedonia, o revuelto de frutos secos. O el postre de la semana.

Todo ello regado con un par de buenas noticias diarias, que no sólo de menú vive el cinéfilo. Desde este lugar intentaremos tratar el mundillo con sencillez, honestidad, mala hostia y parcialidad absoluta. Vamos, que no nos vamos a cortar un pelo, ni falta que hace.

Oh, lo siento, viajero del tiempo. Lo primero debía haber sido presentarme. Soy Randy, el mismo tipo que llevó El blog de Randy durante algo más de un año. El mismo que escribió para El jueves, Cuatro, La sexta y un montón de lugares más que a nadie le importan. Seré vuestro anfitrión en este vuestro lugar. A ti, seas un viejo amigo o uno nuevo, pasa, pasa. Está todo preparado, así que átate bien el cinturón, viajero del tiempo. Y bienvenido.

-Oye, eso de viajero del tiempo… no sé, oiga, yo me llamo Luis y…
-Calla, coño, que arruinas el climax.
-Oh, perdón.