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Dec 01 |
Obras maestras nunca mueren: ¿Qué fue de Baby Jane?No puedo evitarlo. Cada vez que llega una película nueva al cine y las revistas de turno se mueren por escribir expresiones cada vez más desgastadas (y que, por tanto, nos creemos cada vez menos) como “duelo actoral del más alto nivel”, “terror psicológico” o “escenas que ponen los pelos de punta”, miro mi viejo VHS de ¿Qué fue de Baby Jane? y suspiro. Y es que pocas veces se puede hablar de un duelo interpretativo a tanta altura como este (Bette Davis y Joan Crawford, enemigas de toda la vida, unidas en un filme en el momento en que se odiaban más que nunca), de terror psicológico tan puro (¿creían que fueron los japoneses los que inventaron el término? Aquí no hacen falta niños con el pelo largo para acojonar… ¡y sin pretenderlo!) y de escenas tan memorables como las que podemos ver aquí (la escena de las escaleras, en la que luego profundizaremos). ¿Qué fue de baby Jane? es una obra maestra, una de esas películas injustamente ignoradas cuando se hacen las típicas listas idiotas de lo mejor de la historia, un filme tan actual ahora como en su momento, que ha envejecido como el vino de la más alta solera. Un imprescindible. Hoy les invito a ponernos serios y a descubrir una de las mejores películas jamás rodadas. Duelo de actrices. Duelo de hermanas. Sueños frustrados. ¿Qué fue de Baby Jane? En la FNAC por 15 euros. No digan que no. Vale, en el eMule gratis. Dirigida por Robert Aldrich (autor de la también inconmensurable Canción de cuna para un cadáver y Doce del patíbulo, entre otras) en 1962, este filme supuso el primer y último encuentro cinematográfico entre Davis y Crawford, ya hundidas en la miseria de la retirada forzosa. Aldrich les propuso un última oportunidad de levantar sus carreras con un drama en el que el único requisito era… soportarse la una a la otra. Las anécdotas sobre el rodaje son míticas y seguro que alguna vez han oído hablar de ellas. Joan Crawford, en la escena en que Davis tiene que arrastrar de ella, se llenó los bolsillos de piedras para que ésta se rompiera la espalda. Davis, por su parte, en la escena en que maltrata a Crawford, pegó un golpe de verdad en su cabeza, que le hizo recibir puntos. Por no hablar de la máquina de Coca-cola que tenía en su camerino para hacer rabiar a Crawford, cuyo marido era un alto dirigente de Pepsi. Ahora, imagínense a las dos en un plató, con el odio oliéndose por encima de sus cabezas, con la mala leche acumulada de tantos años de rivalidad en el ambiente, interpretando a dos hermanas que se guardan rencor infinito. ¿No se les hace la boca agua? ¿Qué fue de Baby Jane?, ya que aun no se lo he dicho, trata sobre dos hermanas que fueron niñas prodigio tiempo ha. Baby Jane (Davis) era una cantante infantil que vio truncada su carrera a la vez que la de su hermana Jane (Crawford) triunfaba en el cine. Un atropello causa paraplejia en Jane, que se ve obligada a ser cuidada por su hermana, que la odia, en una gigantesca mansión. A partir de este argumento, el resto es un camino por el que no es fácil andar, pero en el que se hace imposible apartar la vista de la pantalla por un mísero segundo: Canarios cocinados, hermanas tiradas por escaleras, viejas glorias intentando recuperar su minuto de gloria… ¿Qué fue de baby Jane? tiene todo esto y más: Acaso la historia de rivalidad más interesante que Hollywood ha dado jamás. Leed bien: JAMÁS. I’ve written a letter to daddy Antes hablaba de terror psicológico. Hoy por hoy se da por asumido que el terror psicológico es ese en el que sale un niño oriental de un pozo en el que se supone que había muerto años atrás y mata sin sangre. Ni puta idea, oigan. Pocas cosas dan más miedo que una Bette Davis cada vez más ajada cantando I’ve written a letter to daddy con la mirada propia de una estrella infantil que acaba de ser aplaudida por primera vez. Por no hablar de la cara con que Crawford mira a su pajarito, ese que había dejado de cantar, cocinado en el horno y listo para comer. O la famosa escena de las escaleras, que ha marcado historia (llegó a ser parodiada en Los Simpson. Que no es mucho decir, pero vaya). O su truculento final, maravillosamente rodado por un Aldrich en estado de gracia. Bette Davis fue nominada al Oscar por la película, aunque tristemente no lo ganó (somos muchos los que creemos que se lo merecía mucho más que Anne Bancroft, que ganó ese año por la mucho más mediocre El milagro de Anna Sullivan). Para preparar su personaje, Davis no se quitó en ningún momento el maquillaje, para que Jane pareciera cada vez más vieja y loca. Crawford, aun haciendo un papel excepcional, ni siquiera fue nominada. La película aun tuvo otras cuatro nominaciones, de las que ganó un premio menor (Diseño de vestuario en película en blanco y negro). Aldrich, por su parte, ganó la palma de oro en Cannes por su labor como director. “Oh, Blanche, ¿sabes que tenemos ratas?” Labor que, por cierto, sería injusto desmerecer. Y es que Aldrich sabía dónde poner la cámara, en qué momento cortar para no cansar al espectador. Sabía guardarse las sorpresas en el bolsillo y soltarlas en el momento adecuado: Ni antes, ni después. Ignoro qué ocurrió después con su talento, pero tanto aquí como en la posterior Canción de cuna para un cadáver daba muestras de unas artes impresionantes en un director, al nivel de las de Alfred Hitchcock (no olvidemos que ¿Qué fue de baby Jane? fue, en el fondo, una de tantas películas que salió a rebufo de Psicosis. Con la diferencia de que Baby Jane llega incluso a superar a la joya del director inglés). Este momento cinematográfico actual, donde las buenas historias no abundan, los directores dirigen películas como quien prepara hamburguesas y la corrección política merma los talentos de los guionistas (este filme hoy por hoy no se podría hacer ni siquiera de manera independiente. Sólo las famosas escenas del pájaro o de la rata son más atrevidas que cualquier película americana supercanalla actual), es el ideal para recuperar ¿Qué fue de Baby Jane? Atrévanse a lo largo de esta semana, y después me cuentan. De nada, por cierto. Mañana nos atrevemos nosotros con un ranking de vampiros, por eso de aprovechar el estreno de Crepúsculo. |