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Dec 16 |
[TOP 10] Los peores remakes de la historia (2 de 2)Y seguimos con el top ten de remakes, algo que en España no termina de proliferar. En parte porque “rehechos” suena a sobras de la cena de ayer y en parte porque no sé quién querría rehacer Vente a Alemania, Pepe. ¡Terminemos de una vez con el sufrimiento! ¿Habrá acertado alguien el número uno? ¿Por qué faltan tantas películas? ¡Así son las listas, amigos! ¡Malas, subjetivas e inexactas! 5-PULSE Ya no necesitan Petardas.com para ver una orgía como es debido Pocas veces he visto en un festival de cine un abucheo mayor al que recibió Pulse en Sitges ’06. Y no es de extrañar. Remake de la japonesa Kairo, que cuenta con un buen número de fans alrededor del mundo, Pulse es el Bollycao Dokyo de los remakes. O sea, de un buen material que tiene el éxito asegurado, se han sacado de la manga un producto cutre, hecho en cinco minutos y mucho más publicitado que los dorayakis japoneses. Protagonizada por Kristen “Verónica Mars” Bell y Ian “Boone el que muere en Lost” Somerhalder –ya ven, actores con un pasado interpretativo de aúpa-, Pulse es una película que, supuestamente, da mucho miedo porque, ya saben, Internet nos matará tarde o temprano y nos dejará a todos convertidos en zombies alienados. ¡El horror! ¡Aléjense de las nuevas tecnologías! ¡Todos al campo! Pero donde en Kairo encontrábamos sutileza, terror psicológico (o japonés, que parecen sinónimos si le preguntas a un otakito cualquiera) y una historia que trataba con metáforas obvias pero en las que se podía rascar algo, en Pulse se transforma en un puño americano que nos golpea en la cara sin cesar. Es una de estas películas donde los protagonistas repiten lo que ha ocurrido veinte veces (“¡Oh, dios mío, Jimmy ha desaparecido y ahora sale en esta página web!”-“¿En esta página web?”-“¡Sí! ¡Jimmy, nuestro amigo desaparecido, sale en esta página web!”-“¿Y dices que estaba desaparecido?”) para que el espectador, obviamente idiota, no tenga que hacerse preguntas. Si aun os estáis preguntando si esta película es tan mala como parece, sólo diré una cosa: En esta lista podía haber entrado The ring, The ring 2, Dark water o La maldición, pero al final ha entrado Pulse. Morid por dentro un poco. 4-EL PROFESOR CHIFLADO ¡Eddie Murphy es negro y gordo! ¡Lo políticamente correcto hace que nos ríamos pero poquito! Hay actores que llenan su pantalla sólo con su ego. Luego, hay actores que se creen que sin ellos, una película no puede funcionar. Luego, están los que crean religiones en torno a sí mismos. Finalmente, está Eddie Murphy. Los más habituales del lugar quizá hayan notado ya que le tengo especial tirria al actor afroamericano, pero no es solo por sus terribles actuaciones en Atrapado en un pirado (¡Ahora Eddie Murphy se desdobla en cuarenta papeles diferentes!), Superdetective en Hollywood 3 (¡Axl Foley en busca del carisma que tuvo en la primera parte!) o Doctor Dolittle (otro remake, por cierto, que manda narices). No. La razón principal de mi aborrecimiento hacia Murphy es que se atreviera a coger El profesor chiflado, la original de Jerry Lewis, la llenara de chistes de pedos, tetash y personas gordas y le quitara todos los golpes de humor de Buddy Amor para transformar al personaje en una parodia de sí mismo. El profesor chiflado moderna es a El profesor chiflado de 1963 lo que un sex shop a un cine de la transición proyectando Nueve semanas y media. Vamos, un despropósito hecho a toda prisa, casi sin guión (¡oh, miren! ¡El protagonista ha vuelto a tirarse un pedo! ¿Es que nunca parará el humor?) y con el único propósito de que el actor interprete dos papeles en uno. Por supuesto, El profesor chiflado 2 no hizo sino aumentar más y más comicidad al asunto: ¡Eddie Murphy interpreta a toda una familia de obesos! ¡Más pedos! ¡Más chistes verdes! ¡Jerry Lewis removiéndose en su tumba como sólo él sabe! 3-EL PLANETA DE LOS SIMIOS “Helena Bonham Carter, que tiene cara monesca” Conste que fue mejor de lo que podía haber sido. Podía haber sido una película donde un Cornelius con el pelo liso tapándole el ojo izquierdo intentara suicidarse mientras Zaius, con tijeras en las manos, nos recordara a todos que el verdadero sentido de la Navidad es ser un gótico que te cagas. Bueno, quizá aun así fuera mejor que lo que Burton nos ofreció en 2001: Una película que sólo compartía con la película original el título y el nombre de un par de personajes. Schaffner hablaba de un viaje en el espacio que acababa con un panorama desolador (¡todo había sido un viaje en el tiempo!), pero Burton no sabe de qué demonios está hablando. ¿Es un viaje entre dimensiones paralelas? ¿Es un viaje en el tiempo? Ni lo uno ni lo otro: Es un viaje hacia el interior del lado del cerebro más lento de Tim Burton, ese que rodó La novia cadáver creyendo que iba a hacer Pesadilla antes de Navidad 2 y que hizo este Planeta de los simios creyendo que iba a mejorar la original. La escena en que el protagonista, un Mark Wahlberg más desorientado que nosotros, se postra ante la estatua de un mono presidente, causó conmoción y risas entre el público y todos le perdimos el respeto a Burton inmediatamente, siendo por fin libres de decir lo que siempre hemos pensado: Que no es para tanto. Que es un goticucho de tres al cuarto. Que el pelo le queda fatal. Que Danny Elffman siempre hace las mismas canciones cansinas. Ay, qué a gusto nos quedamos todos. Si al final sirvió para algo la peliculilla y todo. 2-THE WICKER MAN ¡Huye, Nicolas Cage! ¡Que el hombre de paja no coja tu peluquín! Nos retrotraemos de nuevo al festival de Sitges de 2006, donde, tras nueve días viendo películas sin parar y con vigas de acero en vez de párpados, nos encaminaron a todos a las 9 de la mañana a ver una de las películas más esperadas: The wicker man, el remake de la película de Robin Hardy que, vaya desde ya, es más malo que vender droga a tu abuela y decirle que son pastillas para la tos. El filme británico original es todo un clásico oculto: Una película que, poco a poco, nos iba introduciendo en los rituales de un pueblo en un crescendo que acababa sorprendiéndonos a todos, que nos veíamos indefensos ante el pasar de los hechos. El filme americano, por el contrario, nos hacía desear desde el primer minuto que Nicolas Cage muriera salvajemente. Así que, cuando pasa, ni sensación de agobio ni garbanzos con bechamel: Gritos, alegría y jolgorio en la sala. ¡Cage ha muerto! ¡El bodrio se acaba! ¡Al fin! El argumento es de risa desde el primer momento (una ex de Cage le dice que tienen una hija en común desde hace 14 años, así que Cage se va a una isla super-misteriosa-que-te-cagas a buscarla, ya que sale en sus sueños llenos de fantasmas), pero con una buena dirección la cosa podría salir adelante. El problema es que Neil LaBute, el director, no ha destacado nunca precisamente por su labor tras la cámara. Vaya, la persona cuyo mejor registro es Persiguiendo a Betty tampoco se pueda decir que sea un gran genio, pero es que en The wicker man perdió todo el sentido del ritmo, de la narración y de la dirección de actores. Quizá por ello sea que Nicolas Cage realiza el peor papel de su vida. Sí, amigos. Peor incluso que el de Ghost rider. Y ya es decir. Por cierto, al final me dormí en Sitges. Gracias a dios. 1-PSYCHO (PSICOSIS) ¡Chan chan chan chan! ¡Chan chan chan chan! ¡Chan chan chan chan! ¡Piruuuríi! ¡Piruuurí! (Letra popular) Eh, chicos, tengo una gran idea. Vamos a coger Psicosis, la original, la buena, y a regrabarla plano por plano, de la misma manera a como la grabó Hitchcock, y a cobrar un pastón por tocarnos las pelotas desgastando el VHS de la película original. Si esto lo hago yo, es un plagio en toda regla, un cero como una catedral en clase y una recaudación penosa. Pero como lo ha hecho Gus Van Sant, entonces es una obra de metacine, una inteligente maniobra que esquiva el comercialismo y que debe ser valorada en su justa medida. Sí, claro. Y de paso, llevándose un par de cientos de miles de dólares al bolsillo por la ocurrencia. Lo siento mucho, pero no termino de comulgar con la idea de “el mejor remake es el que está grabado plano a plano respetando al original y sin aportar nada nuevo”, porque para esto me pongo la película antigua. Ni Anne Heche es Janet Leigh, ni la escena de la ducha está bien resuelta (ese Vincent Vaughn con peluca, desvelando la gran sorpresa de la película), ni los añadidos resultan necesarios (¿Norman Bates masturbándose servía REALMENTE para algo? ¿Dio algo más que asco?) y, en general, resulta el no-va-más de los remakes. Después de aquí, no se puede caer más bajo. Gus Van Sant, púdrete en el infierno. Vuelve a hacer un Indomable Will Hunting ya. So payaso. ¡Y mañana, el preestreno de lo nuevo de Clint Eastwood! ¡Nos desvivimos por ustedes! |
Dec 02 |
TOP TEN: Los vampiros más absurdos de la historia del cineTodos sabemos que hay tres cosas que mejoran una película, sea esta del género que sea: Zombies, explosiones y, por supuesto, vampiros. Ah, los vampiros. Seres que habitan en las tinieblas, que visten cual goticucho de mala nota con el único interés de parecer cool, que no necesitan ir al dentista ni comprar cremas rejuvenecedoras. De pequeños soñamos con ser vampiros, y de mayores nos damos cuenta de que, en el fondo, ser vampiro es una mierda. Y es que detrás de todo el tema de ser increíblemente increíble, parecerte a Brad Pitt y demás, está el problema de beber sangre y de tener que aguantar lo de estar eternamente vivo hasta que llega el listo de turno y te clava una estaca en el corazón. Pam. Tú, un vampiro currela como el que más, haciendo horas extra para llevar sangre de cabra a casa y que tu mujer-vampiro y tus hijos-vampiros coman y para ahorrar y llevarles al McBlood el sábado por la noche, te encuentras con que una tía con una camiseta que deja muy poquito a la imaginación te pega un estacazo y te manda al otro barrio. Barrio vampiro, claro. Y no creáis que va pidiendo perdón ni nada, la chica. Seguro que luego va a su casa, se toma un Tang de naranja y duerme tranquila sin saber que ha destrozado una vida. O una post-vida. O lo que sea. Trescientos veinte años de matrimonio, al carajo. Tsk. No hay derecho. Luego se extrañan de que los vampiros tengan ansias de venganza. Lo que ellos no saben es que los humanos aun queremos vengarnos de ellos por estos diez escarnios que nuestros ojos han tenido que soportar. Con todos ustedes, el top 10 de los peores vampiros de la historia del cine. 10-BLADE Payo, dame argo, que tengo una navaja y estoy mu loco Hola, soy Wesley Snipes, y el argumento de cualquiera de estas tres partes realmente no le importa a nadie. De hecho, dudo que nadie salga de la sala sabiendo qué demonios ha pasado más allá de que tengo gafas de sol, ropa de cuero y soy un vampiro que mata vampiros. Oh, yeah. A años luz de sus mejores aventuras en Marvel (que tampoco son demasiadas, para qué engañarnos), el chupasangres que anda a la luz del día y es capaz de saltar a cámara lenta, ponerse las gafas de sol y caer en la pose más cool de la historia, todo en medio segundo se estrenó en el mundo del cine con una película sobrevalorada pero que aun se podía ver. Guillermo del Toro dirigió Blade II con gran acierto (es, de calle, la mejor de la saga), mientras que Blade: Trinity es algo que muchos aun estamos tratando de quitar de nuestras retinas con espátula. Por su pose innecesariamente chula, su historia tirando a inexistente y ese Wesley Snipes que, en cada entrega más, pone sonrisita y saca la mano para cobrar el cheque e irse a su casa, la saga Blade se merece este puesto número diez. 9-BUFFY CAZAVAMPIROS Dios Wheddon Años antes de la impecable –salvando las dos primeras temporadas- serie sobre la Cazadora, Joss Whedon, el autor del que no puedes decir que hace cosas no tan buenas a veces, escribió el guión de una película sobre el mismo tema. La diferencia está en que, donde la serie triunfa y marca un hito en la historia de la televisión (para los que no se lo crean: Hush y Once more with feeling. No hace falta decir más), la película repele, aburre, cansa y hace que los ojos sangren. Si no la habéis visto, bastará con que sepais que Buffy tiene dolor de estómago cada vez que se acerca un vampiro (¡) y que todo lo que se cuenta en la serie sobre su pasado (que si quemó el gimnasio, que si sus padres se separaron…) aquí no tiene repercusión. Vampiros mal hechos, historia tipicorra y sin el humor típico de Joss (dicen que le cortaron un 75% del guión original…lo que explicaría el dolor de tripa cuando se acerca un vampiro) y, en definitiva, un filme que se puede ver como curiosidad por la presencia de Hillary Swank (la actriz que nunca debió ganar ni un premio en su pueblo y ya va para tres Oscar), Rutger Hauer y Donald Sutherland. Y por ser el intento fallido de crear algo tan grande como posteriormente fue el Buffyverso. 8-LOS VAMPIROS DE UNDERWORLD Ser vampiro te obliga a llevar traje apretado y poner cara de estreñimiento. Por eso nadie quiere ser vampiro. Ya de principio la cosa no pintaba demasiado bien. Más que nada porque un argumento tan de videojuego malo como “hay vampiros que luchan contra hombres lobo” es más propio de Uwe Boll que de Alfred Hitchcock, vaya. Y ya si te tienes que enterar del argumento por las revistas porque a la hora de verla no te has enterado ni de un pijo, peor señal aun. Underworld es como un videoclip neofuturista: Sabes que lo que estás viendo es espectacular (o un intento de serlo), pero no sabes ni por qué, ni quién es quién, ni qué demonios está pasando. Cuando te enteras de que los vampiros son esos tíos que llevan capas de cuero y parecen extras de Matrix, no sabes si llorar o reír. Ay, si Drácula os mirara se revolvería en su tumba rellena de ajo. Sigh. De momento, Underworld 2 sólo hizo que todo empeorara salvajemente, por culpa del intento de crear un universo alrededor de una historia tan soberanamente idiota. Underworld 3 (que, en el mejor estilo de Hollywood sin ideas, será una precuela) está por estrenarse y hacer que todo pegue un bajón aun mayor. Si es posible. 7-LESLIE NIELSEN (DRACULA, UN MUERTO MUY CONTENTO Y FELIZ) En 1995 aun nadie controlaba el Photoshop Dejando aparte el maravilloso título español, obra de uno de esos genios que nunca serán reconocidos, Leslie Nielsen hace de Leslie Nielsen en una película de Mel Brooks haciendo de no se sabe muy bien qué. Quiero pensar que durante el rodaje (todo él), Brooks dirigía con una cinta en los ojos que, además de impedirle dirigir, le impidió leer el guión antes. Y es que, lejos de ser una inteligente parodia sobre el cine de vampiros, Drácula: Un muerto muy contento y feliz se podría resumir en “Va Leslie Nielsen, se pega golpes vestido de Carnaval y cuenta chistes de tetash”. Para olvidar. 6-EL PEQUEÑO VAMPIRO Qué apropiado. Tú peleas como una vaca. Lo reconozco: Quizá no merezca estar aquí, y lo sé. Pero como un fan de la saga de Angela Sommer-Bodenburg, el ver a un vampiro con un look sacado directamente de 1983 (¡esos pelos! ¡esa cara! Pero si parece David Bowie con unos años menos…) y a un niño con gafas prototipo perfecto del nerd que merece ser machacado sin piedad ya me causa pavor. Si a ello le sumamos que tiene tanto que ver con los libros como una naranja con un pepino (por el amor de dios, no sólo hay vacas volando: Esa es su mayor baza para entretener. Vacas volando. Joder, qué risión), llegamos a la conclusión obvia: El pequeño vampiro ensalza el valor de la amistad, mete a la fuerza buenos sentimientos en los niños y da un paso más para ilegalizar las adaptaciones a película de libros famosos. Por justicia. Por no más vampiros a lo David Bowie en pleno 2008. 5-LOS VAMPIROS CHINOS (ROBO VAMPIRO) ¡Los vampiros saltarines atacan de nuevo! Es difícil explicar Robo vampiro sin que suene a chufla. Digamos que cuenta la historia de unos narcotraficantes chinos y otra de un policía convertido en robot que lucha contra vampiros chinos que pegan saltitos sin ningún tipo de relación una con la otra. Uno puede pensar “bueno, no pasa nada. No puede ser tan terrible e inconexo”. Hasta que lo ve. Y descubre que es como ver Casablanca y Tu madre se ha comido a mi perro en una misma película, pegadas unas escenas con otras con calzador. Ni el robot se encuentra jamás con los narcotraficantes ni los vampiros chinos causan otra cosa que no sea descojonamiento general. Sólo por la escena arriba reproducida merece la pena echar un vistazo a la clase más Z desde Sevillian Deadhunter Zombies. Toda una lección de cómo no coger una cámara para rodar lo primero que se te pase por la cabeza, amigo amateur. 4-LESTAT (LA REINA DE LOS CONDENADOS) Si metieran un vampiro en Física o Química, sería así ¿Recordáis Entrevista con el vampiro, la notable película en la que se nos ofrecía una visión vampírica diferente a la usual? ¿Sí? Entonces supongo que tambien recordaréis que la saga de Anne Rice aun contó con otra adaptación cinematográfica, la terrible La reina de los condenados, que juntaba dos libros en una película y nos dejaba con la boca abierta a todos los que jamás nos hubiéramos acercado a uno de ellos. Y, ya de paso, nos dejó sin ganas de hacerlo. En esta película, Lestat despierta y se vuelve el líder de una banda de rock formada por vampiros (¡), algo que no le hace gracia a la reina de los vampiros, que se lanza a por él. A partir de aquí, hay fornicamientos varios, sangre a borbotones y una falta preocupante de guión. A destacar la descaracterización de Lestat, ahora interpretado por el sosísimo Stuart Townsend (Dorian Gray en La liga de los hombres extraordinarios) y por una cantante hip hop que, de no haber muerto justo antes de hacer el filme, hubiera sido acribillada por su horrenda actuación. Hablo, obviamente, de Aaliyah. Atrévete a meterte con Aaliyah y serás asesinado por un grupo de fans con posters de La reina de los condenados en las manos. Y nadie quiere morir así. Yeks. 3-DRÁCULA (VAN HELSING) [Inserten broma sobre portadas de heavy metal #34] El tercer puesto de esta criminal lista es para un clásico entre los clásicos, Drácula, en, probablemente, su peor papel jamás realizado en una película. Van Helsing, interpretado por Hugh “Lobezno” Jackman, ya no es más el doctor que investigaba a Drácula. No. Ahora es un tipo que se codea con el monstruo de Frankenstein, el Hombre lobo (incluso llega a convertirse en uno, dios sabe para qué) y Drácula haciendo liosas filigranas con sus caballos voladores transilvanos. Hay que ver Van Helsing para comprender el por qué de este tercer puesto: Nunca antes una pelea fue tan pésima como la de Van Helsing/Hombre Lobo contra Drácula. Nunca antes Drácula tuvo tan poca importancia en una película. Nunca antes una muerte fue más ridícula que la última. Nunca antes una película consiguió que me riera de principio a fin pretendiéndolo menos. Van Helsing y su Drácula tenían que aparecer por aquí tarde o temprano. Algún día, cuando tenga fuerza de voluntad, jugaré al videojuego. Por suerte, aun queda mucho para que eso pase. 2-BRACULA ¿Te das cuen? ¡Eres un fistro sexual! ¡Un pecador de la pradera! ¡Que naciste con los Dolores! ¡Jarl, ese caballo que viene de Bonanza! Los que nunca entendimos dónde estaba la gracia de Chiquito de la Calzada (por mucho que no sólo le respete, sino que le admire con locura) disfrutamos de lo lindo viendo como Aquí llega Condemor contaba con una secuela aun peor (sí, es posible) que contaba con chistes aun mas malos, una versión musical de la ópera Carmen (Soy un fistro, soy un vampiro, es un fistro, es un truhán), un final en el que Brácula desaparecía cuando le clavaban un zapato en la boca (sí, qué más da) y una dirección artística que parecía sacada del peor festival del orgullo gay jamás realizado. A la hora de hablar de ella en Internet y con los colegas, no os olvidéis de decir las frases “Es que no sé que se esperaba la gente” y, sobre todo, “Tanto humor inteligente y la gente se está olvidando de reir”. Quedaréis genial a pesar de que Brácula siga siendo uno de los mayores truños sobre el planeta Tierra y de que llegara justo después de que se acabara la Chiquitomanía. Una pena, por la gloria de mi madre. 1-CREPUSCULO Joder, Spiderman, tío… ¿cuántas veces te he dicho que no vayas por ahí sin máscara? Tsk. No sé ni cómo se llaman sus protagonistas, ni de qué va, ni por qué ha vendido tantos libros. No lo sé. Soy un ignorante crepusculiano. Pero las pintas que me llevan, las miradas de “somos almas perdidas que molamos más que tú” y la repercusión mediática que está teniendo la cosa esta, hacen que se lleve el número uno de los vampiros más absurdos que ha dado la historia del cine. Probablemente inmerecido, eso aun no lo sé (y tú tampoco, ¡oh, astuto lector!), pero ya que este ranking ha sido en su honor, en honor de los 100 millones de dólares que ha recaudado en un par de días y en honor de la crítica del miércoles que viene (por la que ya salivo), vamos a dejarles. Por lo menos que sean número 1 en algo que no sea en taquilla y en Sagas Que Habremos Olvidado En Cinco Años. Mañana os cuento Quantum Of Solace. Que también tiene tela. |